viernes, 21 de mayo de 2010

COMUNICARNOS PARA CRECER






POR ALICE PEÑA MALDONADO

Habla para que te conozca" Sócrates

La comunicación como proceso esencialmente humano es asumida por la sociedad como algo “tan natural” como beber agua, comer alimentos o respirar el aire que necesitamos, a modo de mantenernos como seres vivientes. Tal naturalización conlleva a no darle el valor justo y el significado de ésta, así como a no comprender sus implicaciones en las interrelaciones e interacciones como ser individual y social. La comunicación como proceso permite la socialización del individuo en la vida familiar, escolar, laboral, en otras palabras, en su cotidianidad.


Damos por hecho que nos comunicamos y que dialogamos sin entrar en profundidades, no obstante, el arte y la técnica que exige la comunicación y el diálogo la limitamos muchas veces a la competencia de expertos, quienes con su saber y su conocimiento están años luz de las multitudes. A esta creencia se suma la existencia de tecnología de punta en lo relativo a la comunicación e información que nos da la sensación que nos comunicamos o estamos informados.


La comunicación es parte intrínseca y extrínseca de la acción humana en relación consigo mismo, los demás y el entorno. Esto hace que siempre está presente y posea unas características muy singulares al propósito que persigue. La comunicación como eje transversal de la actividad humana comporta un modo de ser y quehacer, donde el binomio amor /verdad se harán presentes para constituirse pilares de construcción humana.

No se trata en este capítulo presentar la comunicación como una panacea, de pretender de la comunicación todo. Aquí se trata de ponderar su importancia en la vida humana, las consecuencias nefastas que acarrea cuando está ausente o no se realiza conforme a los niveles y exigencias necesarias o la reducción de los resultados cuando no se respeta el proceso que la caracteriza.


Si beber agua, comer o respirar exige de acciones conscientes ya sea individual o colectiva, como hacer represas, producir alimentos o prevenir la contaminación atmosférica, no menos la comunicación, debe ser dejada al propio entender. No basta saber un lenguaje, conocer su escritura, hablar con las personas para demostrarnos o demostrar que estamos preparados para comunicarnos. La comunicación es un proceso continuo que requiere ser evaluado para identificar posibilidades y límites en el uso cotidiano de la vida.

El hombre y la mujer como seres esencialmente comunicadores y dialógicos desarrollan esta práctica en la medida que se relacionan e interactúan con el otro o la otra, incluso consigo mismo. La esencia de esta capacidad puede ser observada en su misma corporeidad, capacidad para observar, escuchar y hablar, capacidad para abrazar y caminar, capacidad de hacer, actuar y realizar, entre otras. Capacidades que pueden quedarse en la apariencia pues damos por hecho su uso consciente. Aunque la realidad desdice mucho pues cuantos problemas y obstáculos hallamos en la comunicación consigo mismo y con los demás.


Desde que nace el ser humano, sus capacidades comunicacionales y dialógicas se ven afectadas positiva o negativamente por el manejo de ésta en su entorno inmediato. Mitos y condicionamientos históricos y culturales restringe las posibilidades de su acción comunicativa y esto obstaculiza al hombre y la mujer en sus semejanzas y diferencias recrearse, liberarse y trascender con el otro sus propias historias.


Es necesario reconocer de antemano la función de la comunicación en la vida humana, ella no es un fin en sí mismo, sino un medio para lograr aspectos de la existencia. Esta aclaratoria vienen dada por la práctica cotidiana donde el énfasis tecnológico del medio comunicacional e informativo ha ocupado un papel primordial y se ha dejado de lado propiamente el proceso humano en el que está inmerso. Proceso humano que si bien busca resultados, se construye desde las necesidades, intereses y expectativas del hombre y la mujer desarrolladas en su realidad histórica y cultural de valores y prácticas sociales.


En nuestro mundo actual la búsqueda de resultados inmediatos y a mediano plazo pone en riesgo este proceso por lo que es amenazada su continuidad y alterados los mecanismos y espacios de acción comunicativa y dialogal.

Basta preguntarse ¿cómo se comunica la gente? en el ámbito familiar, escolar, laboral, etc. Y se observa que la práctica comunicacional asume formas patriarcales donde la verticalidad, la prisa, la imposición, la dominación, la unidireccionalidad hace que la “comunicación dada” no sea comunicación.


Ahora ¿qué es la comunicación? es el proceso mediante el cual dos o más personas se interrelacionan e interactúan para su enriquecimiento y mejoramiento mutuo en miras a un propósito común, asumiendo sus semejanzas y sus diferencias, las cuales son necesarias para el desarrollo creativo y transformar. Para su logro y consolidación es imprescindible superar la barrera histórica en lo cultural, social, política y económica, así como los condicionamientos y mitos subyacentes en sus entornos.


Este concepto de comunicación abordado desde una mirada matrística no patriarcal asume la realidad humana como algo inacabado, en la dinámica dialógica situacional y proyectiva, lo que le permite a la mujer y al hombre encontrarse, aprender juntos y construir realidades.

Bajo estos parámetros existenciales la comunicación se lleva a cabo en un proceso donde intervienen la información como base del proceso, el encuentro real de los sujetos de la acción comunicativa en un espacio social y tiempo histórico determinado, el diálogo e intercambio de palabras, gestos y actos, el conocimiento como producto del sentipensar para la producción de un cómo, la sinergia que cohesiona para un actuar armónico, el compromiso consciente y responsable de los sujetos históricos y la construcción a partir de las palabras y acciones concretas.

Para comprender el valor de cada uno haré algunas reflexiones respecto a los aspectos señalados en el cuadro anterior.


Se comprende la información como la materia prima fundamental para la toma de decisiones y está constituida por mensajes sobre un determinado hecho o fenómeno de la realidad. La mente humana tiene la necesidad de alimentarse de datos que ingresan a su sistema mediante los sentidos de la vista, oído, tacto, gusto y olfato, la cual es procesada por el cerebro triuno (cerebro básico, cerebro límbico y cerebro neocortez que se divide en hemisferio derecho e izquierdo) para convertirla en información e insumo para la elección y formación de criterios que van a determinar e incidir en respuestas y acciones cotidianas.


Observar, escuchar, tocar, sentir, gustar, oler, percibir son acciones básicas que deben ser aprendidas con conciencia para garantizar su buen uso y adecuado desarrollo. Además de desarrollar la curiosidad, el interés por el ¿qué? y ¿por qué? de las cosas, la persona debe ir en la búsqueda de la verdad. En esta primera etapa son muchos los obstáculos que se presentan que no permiten obtener la información pues los prejuicios, la desconfianza, la ambigüedad, el ruido, la inconstancia, la incredulidad, el cansancio, la apatía, entre otros puede cegarnos o constituirse filtros e impedirnos para acercarnos a la realidad objetiva y subjetiva.


Con la información los seres humanos disponen de datos básicos acerca del entorno donde vive o habita otros, tiene una aproximación sobre el contexto histórico, geográfico y situacional de sí mismo y de los otros que le permiten un acercamiento inicial.


La curiosidad en este nivel y la búsqueda de una mayor verdad en el sujeto lo llevan a interrogarse para ir a la concreción de la respuesta. Respuesta que no necesariamente está organizada sino que debe ser trabajada para convertirla en información.


Alcanzado esto la persona busca compartirla e inicia el encuentro con otro yo en un espacio social y tiempo histórico real, satisfaciendo la necesidad corpórea de expresarse en todas sus dimensiones (afectivo relacional, cognoscitivo experiencial, realizacional y espiritual trascendente en acción).


Se manifiesta al mismo tiempo y de modo simbólico, realidades conscientes e inconscientes de sí mismo. Conocerse y conocer al otro da pie gracias al encuentro real. La posibilidad del cara a cara, de la corporeidad con la otra corporeidad en un espacio común crea un precedente que permite una nueva decisión para avanzar o retractarse.


Somos seres corpóreos en relación que se expande hacia el otro con los fines de recrear, de co-liberarse para transformar. Complementándose e integrándose en la vida cotidiana. El encuentro viene dado por un interés, por un propósito para lograr y alcanzar un fin determinado por la información. En este interés y propósito es común y diverso pues va a depender de las perspectivas personales o grupales, de la escala de valores, de su experiencia, de la información. En el encuentro se hará evidente las diferencias y las semejanzas que los une en la búsqueda del interés común. El respeto identitario y el sentido de pertenencia es fundamental en cuanto la cultura de la que se procede con sus retos y desafíos históricos, valorando y aceptando las diferencias.


Como derivación del encuentro se procede al diálogo como una forma concreta de interrelación en la que se intercambia mensajes objetivos y subjetivos, donde los valores y las actitudes de los sujetos comunicantes van a ser definitorios en la realización del diálogo. Esta etapa pretende preservar simultáneamente el interés personal y el bien común. El diálogo por excelencia es un momento que revela nuestra madurez relacional y desarrollo de capacidades reales. Permite el intercambio y enriquecimiento de saberes y conocimientos propios.


La autenticidad en el pensar, sentir y actuar manifestada en el poder de la palabra, el sentido de la vida, la búsqueda de la verdad, el sentido del otro y del bien común, la fe y la confianza en sí mismo y en el otro, la capacidad de escucha, son elementos para que el dialogo resulte humanizador creativo y liberador.

Aquí ya no se trata de la posibilidad de comunicarnos sino el ejercicio práctico y consciente de estar con el otro que llevan a los sujetos a valorar críticamente las consecuencias positivas y negativas de sus propias actitudes y comportamientos, así como la de los otros.


El diálogo de las partes es el intercambio y retroalimentación de la información manejada por ambos, el reconocimiento y aceptación de las diferencias y competencias, el enriquecimiento de las partes y la comprensión de las necesidades, intereses y expectativas en el empeño de jerarquizarlas con el propósito de consensos.

Alcanzado el encuentro y el diálogo, y haciéndolo continuo en el tiempo y el espacio se va generando el desarrollo de la palabra que libera las capacidades creativas. Convirtiendo la palabra en un poder que permite la producción de conocimiento necesario, que es desarrollado desde el interés de los sujetos comunicantes y dialogantes y de su propio entorno, sin perjuicio a terceros. Este conocimiento les da sentido y direccionalidad desde el sentipensar para las acciones futuras. Ya no se trata de un qué sino que responde a un cómo. Idea y practica, teoría y método, se produce para ser compartido con otros.


El conocimiento es producto de la convergencia de identidades diferentes en función a un propósito común. No es estático. Es permanente. En la medida que el proceso de la comunicación suceda y se desarrolle el conocimiento alcanzará mayores niveles de complejidad y profundidad.


Llegar a esta etapa es el resultado de innumerables encuentros y diálogos focalizados a un objetivo común que involucra tiempo y centralidad, así como fe y confianza en la empresa establecida por los interesados e involucrados del proceso comunicacional.

El conocimiento obtenido va a permitir nuevas decisiones en el ámbito de la participación individual, grupal, etc. Provocando un cambio relacional significativo, alcanzando una visión integradora y unidad en la diferencia que va a dar por inaugurada la sinergia en la acción y la cohesión de sentidos y de esfuerzos.


Una integración de propósitos, intenciones y sentidos va a resultar algo más que la suma de estos, creando más resultados o un producto superior que aprovecha y maximiza las cualidades de las partes si estuvieran separadas. La palabra sinergia proviene del griego “synergo” que significa literalmente “trabajando en conjunto”.

La comunicación verdadera va a contribuir a este estado donde la cooperación es una de sus consecuencias Una visión de conjunto va a permitir una expansión en el campo de acción. La suma uno más uno dará como resultado tres, donde el todo es más que la suma de sus partes.


La sinergia va a estar fundada en un "todos para uno y uno para todos" como resultado de la cohesión y visión integradora. “Un mismo sentir y un mismo obrar” es la base que la sustenta que cataliza las diferencias para favorecer y acelerar el desarrollo del proceso comunicacional en función de su proposito, lo que no significa que homogeniza y estandariza la acción particular.

La unidad y la solidaridad son caracteristicas de este momento que va a permitir la cooperación y colaboración de los sujetos comunicativos en torno a objetivos comunes y trascendentes.


Alcanzar esta capacidad de respuesta genera el compromiso de las partes en producir en la realidad el “cómo”, desde las capacidades humanas ideaticas y creáticas que se adecuan a la realidad como tal. Cualidades competitivas van a permitir el logro de los propositos comunes.


Producir en la realidad lo que se quiere y se desea conjuntamente con el querer y el deseo del otro es llevar a concreción el proyecto ideático a creático. Es generar tecnología es decir saberes y conocimientos que permiten producir objetos y modificar el entorno o nosotros mismos para satisfacer la necesidad observada, los intereses planteados y las expectativas sentidas. Hace tangible (diseño+elaboración+creación) lo que hasta ahora estaba en estado intangible (información+conocimiento).


Al ejercerse este compromiso se inicia la construcción del proyecto el cual implica un cambio permanente de los seres humanos en la acción y una transformación del entorno. Cambio de lo humano y transformación de la realidad como fines último del proceso de la comunicación humana.


Cuando los seres humanos liberan sus capacidades creadoras pueden transformar la realidad cotidiana lo que producen experiencias significativas que pueden convertirse en nuevos modelos de actuación y realización cultural y social. Trabajo productivo es el resultado de los sujetos que generan nuevas realidades.

Como hemos visto, la comunicación es un proceso complejo y que va in crescendo en la medida que se repite una y otra vez el proceso. Va a depender de los sujetos que se comunican y dialogan en un espacio social y tiempo determinado, la cual se expande en la medida que se va alcanzando interrelaciones e interacciones profundas en busca de objetivos comunes.

Culminado este se inicia un nuevo proceso y a su vez cada instancia inicia nuevos espirales en la medida que surgen nuevas necesidades a satisfacer. Necesidades que se expresan en la comunicación intrapersonal e interpersonal, en su relación con la pareja, en la familia, en el grupo, en su trabajo, etc. Complejidad e incertidumbre va a acompañar estos niveles dependiendo el grado de la capacidad comunicativa de los sujetos que intervienen.


El ser humano en este itinerario logra nuevos aprendizajes y adquiere nuevas experiencias que le permiten el desarrollo como humano desde lo individual y social. Desarrollo que está vinculado con su intención objetiva/subjetiva. Este crecimiento va a estar vinculado con su intención y propósito consciente e inconsciente.

Es importante destacar que la información y el conocimiento son aceleradores de este proceso y que el encuentro y el dialogo son catalizadores de nuevos compromisos y consensos que orientan los fines personales, grupales y colectivos., a partir de sus nuevas necesidades, intereses y expectativas.


Consideraciones finales


Hombre y mujer somos seres para la comunicación y el diálogo. Y muchas son las razones para que ambos se interrelacionen e interactúen. Mas una es trascendental: Conocerse a sí mismo para recrearse y co-liberarse para transformar.


Tarea que se realiza no en la soledad ni en el ensimismamiento sino en el encuentro con el otro. Surge el yo como procedente del encuentro con el tu que acoge y ama, se afirma y se constituye en un ser personal (Cabada, 1994). No somos sin el otro y nos hacemos con el otro. En esta dialéctica el proceso de la comunicación está implícito como fruto y fundamento del amor que se hace cuidado, responsabilidad, respeto y conocimiento. Todos conformando una interdependencia mutua.

El amor como categoría esencial de la existencia hace que la comunicación humana sea siempre creadora, liberadora y transformadora. La negación de este principio de vida provoca la ruptura de su esencia: deshumaniza y obliga a la naturaleza a destruirse, a oprimir al otro y a depredar la naturaleza y lo que le circunda.


El amor va a permitir la apertura y la confianza hacia el otro, y el surgimiento de la verdad para darle concreción interna y externa a lo humano, integrándolos en uno solo.

Integrarnos como ser humano (hombre-mujer), como persona individual, como ser social y dentro de una realidad histórica determinada es un esfuerzo que requiere no sólo capacidad sino competencia comunicativa.


Condiciones para esta comunicación y diálogo se hace desde el poder y la solidaridad masculino y desde el poder y la solidaridad femenina donde cada uno sujeto asume la fe y confianza hacia sí mismo y el otro, en la búsqueda de una verdad mayor, desarrollando sentido de la vida y de la palabra creadora, liberadora y transformadora. Sin negar la existencia de sus antítesis como la desconfianza e insolidaridad, el engaño y el miedo, la anomia e irresponsabilidad y el potencial destructor, opresor y depredador que convive en la naturaleza humana, y consolidada a través de los mitos y condicionamientos deshumanizadores y deshumanizantes que se han producido a través de la historia.


Incorporarse al proceso de la comunicación de modo consciente y responsable, hace la diferencia de otro intento de comunicar. Pues va a exigir que tanto el hombre como la mujer superen sus propias contradicciones y afronten con la verdad los obstáculos que surgen en el devenir, no sin antes restaurar la primacía y la valoración del amor en la acción comunicativa.



viernes, 8 de mayo de 2009

CONSTRUCCIÓN DEL ESTADO – NACIÓN Y EL DESARROLLO DESDE EL MUNDO DE LA VIDA

El desarrollo como horizonte, fue y es un imperativo de la modernidad y post-modernidad resultante de la acción dialéctica entre el Sistema Mundo Capitalista y el Estado Nación. Sincerarse en este propósito desde el Estado-Nación como instancia de poder político y social es el objetivo de este trabajo. Si se trata de contribuir en la construcción de alternativas política, económica y técnicamente viables en el área del “desarrollo”, no será sino repensando e impensado la entidad del Estado-Nación y el desarrollo.

En este sentido se estudiará el Estado Nación y el Desarrollo como construcciones históricas del sistema mundial, ambas producidas en la dialéctica que se da entre las dimensiones política, social, económica, cultural, tecnológica y militar en función de intereses de “otros”. Así mismo se ponderará la crisis del sistema mundial actual y la colonización del mundo de la vida, como situación límite que abre posibilidades para deconstruir y resignificar estos conceptos y realidades desde “nosotros” bajo una postura de resistencia, de emancipación y contrahegemonía.

PALABRAS CLAVES: Estado-Nación, Desarrollo, Sistema, Mundo de la Vida, Sistema Mundial Capitalista, Construcción.

Introducción
1. El Estado Nación como construcción histórica del Sistema Mundo Capitalista
2. El Desarrollo como telos del Sistema Mundo Capitalista
3. La construcción del Desarrollo y el Estado Nación desde el mundo de la vida
A modo de conclusión
Bibliografia

INTRODUCCIÓN

El Maestro se sentó y escuchó absorto cómo el celebre economista explicaba sus ideas acerca del desarrollo. ¿Debería, pues, ser el crecimiento lo que habría que tomar en consideración en una teoría económica? Le preguntó Así es. Todo crecimiento es bueno en sí mismo.
¿Y no es eso mismo lo que piensa la célula cancerosa? dijo el Maestro.
¿Quién puede hacer que amanezca? Expansión
Anthony de Mello

Cuando queremos tener un concepto claro de la palabra desarrollo nos encontramos en una encrucijada. Numerosos investigadores de América Latina han intentado explicar lo que se entiende por desarrollo, establecer sus leyes y mecanismos, definir los factores y condiciones para su logro y determinar los obstáculos que impide su implementación y consolidación, al igual, los estados y los gobiernos resueltos a caminar en el desarrollo han planificado en base a lineamientos dados por la Cepal y otros organismos mundiales.

Aún así, el desarrollo no es un objeto de estudio que da la posibilidad de definirlo satisfactoriamente, es una palabra que significa muchas cosas diferentes a diferentes personas. Con toda las diversidad de interpretaciones, desarrollo ha sido perseguido en términos de lo tangible, como algo físico que podemos ver, tocar, medir cuantitativamente. (Zurlent, 2000:1) Parece como un fantasma o un extraterrestre que todos tienen una idea de él, cada quién le da forma como quiere y sin embargo, nadie lo ha visto. Será que ¿el desarrollo existe? Vale la duda sobre todo dentro de la incertidumbre que significa su búsqueda. O ¿será la representación moderna de la leyenda de El Dorado? Cuando los conquistadores se dieron cuenta que era producto de su imaginación por la avaricia del oro, la codicia de tener mas y el engaño que esto supone, se olvidaron de ese propósito. En la colonización de la América muchos mitos se tejieron, y es posible que el Desarrollo tan anhelado por naciones, gobiernos y pueblos sea uno de estos, en su relación dialéctica, antagónica y contradictoria con el sistema mundo europeo.

La realidad es, pero la mente humana en su producción cultural con sus particularidades geo-socio-históricas producen nuevas realidades. Muchas invenciones humanas se han concretado en el futuro. Basta leer a Maquiavelo en El Príncipe (1513), Tomas Moro en Utopía (1517), a Campanella en la Ciudad del Sol (1602) y a Bacon en la Nueva Atlántida (1627) quienes apuntaron hacia el poder del líder, al sistema antropocéntrico, al sistema institucional y a la tecnología, respectivamente, como elementos esenciales para un mundo perfecto. Curiosos resultan estos utópicos, cuando los siglos posteriores se produjeron revoluciones en este sentido y cambios sustanciales en el sistema filosófico, político, cultural, económico y tecnológico europeo. Constituyéndose en esencia del mundo occidental. Algunos autores sostienen que estos escritores utópicos (Moros y Campanella) incorporan en sus escritos elementos culturales del nuevo mundo, que era novedad para la vieja Europa. ¿Podemos considerar a estos utópicos padres del mito o realidad del Desarrollo?

Hoy el Desarrollo es un telos que está presente en el imaginario colectivo. Impensarlo es un desafío, resignificarlo un reto que desde la diversidad de nuestras realidades y con capacidad crítica y creativa debemos asumir responsablemente esta tarea histórica.
En este sentido el presente trabajo quiere aproximarse al Estado Nación y al Desarrollo como constructos históricos del sistema mundo capitalista. En 1945 se le asignó a los Estados latinoamericanos la función de conducir y planificar el desarrollo, haciéndose evidente desde sus orígenes, que tanto el ente estadal y la práctica del desarrollo tuvo como único beneficiario a las élites económicas mientras los ciudadanos y los pueblos llevaron sobre sus espaldas el costo de ésta transacción.

La hegemonía del Sistema-Mundo Capitalista por parte de los países centrales sobre los de la periferia se ha caracterizado por la conquista económica dominadora, la división social y política, la manipulación ideológica mediática y la invasión cultural tecnológica en una relación dialéctica, antagónica y contradictoria (Freire 2000:78). Sin embargo, se hizo presente acciones del mundo de la vida a través de movimientos sociales y políticos de resistencia, de emancipación y de contrahegemonia de los pueblos y naciones afectadas.

Si el Estado Nación y Desarrollo son constructos históricos derivados del mundo capitalista, y los cuales han estado al servicio de unos pocos en detrimento de las mayorías. Se puede pensar en la posibilidad real de subvertir este orden en la medida que la Sociedad se apropia de este sistema y reivindica sus derechos y obligaciones sobre los mismos. Tarea realizable y compleja, debido a la crisis que afecta al Sistema Mundial Neoliberal, tanto en los países centrales como periféricos. El capitalismo global en una fase totalitaria y dictatorial instaura un orden que desenfrenadamente el aumento del capital mediante una lucha asimétricas por apoderarse de los mercados, de los recursos bioenergéticos y de la tecnología a través de las trasnacionales. Para eso utiliza el terror y la violencia a grado máximo y promueve el consumo y el miedo como medio para colonizar toda forma de vida humana. Este panorama debe servir para reconocer que estamos en un momento histórico decisivo y serán las naciones, sus pueblos y sus ciudadanos que desde una praxis individual, comunitario e institucional pueden y deben confluir en un horizonte común para hacer contrahegemonía y desde allí constituir un nuevo estado de cosas: El Nuevo Proyecto Histórico. Por lo que impensar desarrollo es clave en la agenda periférica.

1. EL ESTADO NACIÓN COMO CONSTRUCCIÓN HISTÓRICA DEL SISTEMA MUNDO CAPITALISTA

Un grupo de activistas políticos trataba de mostrar al Maestro cómo su ideología podría cambiar el mundo. El Maestro les escucho atentamente. Y al día siguiente dijo: La bondad o la maldad de una ideología depende de las personas que hagan uso de ella. Si un millón de lobos tuvieran que organizarse en favor de la justicia, ¿dejarían de ser un millón de lobos?
¿Quién puede hacer que amanezca? Ideología
Anthony de Mello

Dar una mirada al concepto Estado – Nación dentro del Sistema Mundo Capitalista como ideología y realidad nos ofrece la oportunidad de reflexionar sobre la geohistoria no sólo como hecho o suceso del pasado sino su impacto en el presente y su alcance en el futuro. También nos permite integrar el conocimiento que nos viene desfragmentado y desarticulado, debido a una práctica positivista, que intenta dividir y ofertarnos el conocimiento por pedacitos o haciendo énfasis en unas categorías para negar u ocultar a otras.

Estamos hablando de la geopolítica del conocimiento ¿Cómo se produjo la teoría y la práctica dentro del sistema mundo capitalista? ¿Como se reproduce, se difunde y se consolida esa visión del sistema mundo europeo y estaunidense en espacio latinoamericano? ¿O ambos espacios históricos no son más que el resultado de su interrelación e interacción dialéctica, antagónica y contradictoria? Son interrogantes que nos llevan a entrar en un mundo de debate que exige un estudio profundo y transdisciplinario para la desconstrucción de conceptos, teorías y prácticas para la descolonización y emancipación del diseño politico y cultural y construirse desde lo que fuimos, somos, queremos ser y podemos hacer. Y no a partir de los otros y de otras realidades. Porque se trata de construir y producir desde nosotros y no desde la la reproducción del conocimiento y práctica de otros.

Es necesario que nos veamos como la parte que somos de un sistema mundial de naciones y dentro de una región, que como la latinoamericana tiene una posición excepcional en la génesis y la historia del Sistema Capitalista Mundial, pues para nadie es un secreto que uno de los principales acontecimientos que permitió en el siglo XV que el modo de producción Capitalista, que trataba de emerger en Europa Occidental, no solo lo hiciera sino que desde ese mismo comienzo tomara carácter mundial, fue la conquista de América y su incorporación al sistema mundo europeo como periferia colonial. (Pacheco: 2002).

La conformación del sistema mundo capitalista y sus derivados el Estado Nación y el desarrollo como constructo histórico tuvo dos variantes desde los países centrales (Europa y luego Estados Unidos) y periféricos (Estados Unidos en una primera fase y América Latina).
A continuación se presenta una descripción general de la constitución del Estado Nación. Entre las categorías estudiadas tenemos: tiempo histórico: la triada compuesta por el pasado, presente y el futuro por hacerse del sistema mundo europeo y su influencia en América. Aunque no se estudia cada país central o periférico, entendemos la existencia de características diferentes en el espacio social: dadas por las interrelaciones e interacciones que desde una acción interna y externa en lo político, lo económico, lo cultural, lo jurídico institucional, lo religioso, lo militar, lo epistemológico y tecnológico, lo geográfico, etc. producen un Estado Nación particular. Esta categoría sujeto histórico en acción dialéctica, antagónica y contradictoria para el cambio y la transformación provoca en el sistema y en el mundo de la vida tanto de los países dominantes y colonizados perdida de sentido, inseguridad y perturbaciones de la identidad colectiva, ruptura de tradiciones, alienación, perdida de legitimación, anomia y psicopatologías en el proceso de la producción cultural, integración social y socialización. (Habermas, 1981:203)

Desde la categoría sentido o conciencia común y colectiva que produce rupturas, posibilidades y acción para el poder y la solidaridad: la tesis capitalista es criticada por la tesis marxista (1850) debido a las consecuencias del Liberalismo en Europa lo que da direccionalidad a la acciones individuales, grupales, regionales, nacionales y mundiales. Una nueva conciencia del ser humano nace (conciencia antropológica), del entorno y del medio ambiente (conciencia ecológica), de la ciudadanía y de la nación (conciencia cívica), una visión distinta del planeta (conciencia planetaria) y trascendente.

Ciudad Estado Griega
Para estudiar el Estado-Nación como realidad histórica tenemos que partir de la Ciudad Estado de la antigua Grecia. La polis griega tenían un gran nivel de autarquía, (autosuficiencia o autogestionaria) si bien no del todo, lo que les garantizaba libertad y autonomía política. No existía oposición entre lo urbano y lo rural, ni existían relaciones de dependencia; muchos residentes urbanos vivían de las rentas del campo, al igual que la gran mayoría de los aristócratas. El centro político-administrativo-social de la polis era la Acrópolis, donde se encontraba el templo, la Gerusía, el ágora y los edificios civiles. El ágora era la plaza pública y mercado permanente. Rodeaba a la ciudad un anillo rural, en donde se cultivaba lo necesario para la supervivencia de la polis. El tamaño de la polis era variado pero generalmente son de poca extensión. Las polis griegas eran ciudades-estado totalmente independientes. Tras la desaparición de la civilización micénica los griegos formaron pequeñas comunidades, que evolucionaron en el siglo VIII adC, y se convirtieron en ciudades. Estas ciudades se conocieron con el nombre de "ciudades-estado" o polis. A diferencia de las ciudades de los grandes imperios (Mesopotamia, Egipto, Persia), que estaban organizadas alrededor del palacio real y del templo, el centro de la polis lo constituía el ágora, un espacio abierto donde los ciudadanos acudían para comerciar y para intercambiar ideas. En el ágora tiene lugar la vida política de la polis, y en ella surge también la filosofía griega.

Las polis se constituyeron como una unidad política, social y económica de Grecia, pero si bien compartían una lengua, religión común, lazos culturales y una identidad racial e intelectual que exhibían con orgullo, los habitantes de estas ciudades no pudieron fundar un estado unificado. Existía una gran rivalidad entre las diferentes polis, consideraban que el reducido tamaño de cada una era lo más idóneo para practicar una adecuada política.

Aún cuando la Ciudad Estado era pequeña en área y en población, había una organización por clases sociales política y jurídicamente distintas, a saber: Los esclavos: eran la tercera parte de los habitantes de Atenas, estaba conformada muchas veces por prisioneros de guerra, no contaban políticamente en la Ciudad Estado; Los extranjeros o metecos: era hombre libre, no se podían naturalizar, y aunque no tomaba parte en la vida política, no era discriminado por ello; Los ciudadanos: vivían y participaban en la polis y tenían derecho a la participación política. Este era un privilegio por nacimiento. Las mujeres no eran ciudadanos, las mujeres estaban por debajo de los esclavos.

Entre las instituciones políticas de la Ciudad Estado Griego tenemos: la Asamblea o Ecclesia: conformado por todos los ciudadanos varones mayores de veinte años. Se aspiraba seleccionar un cuerpo amplio para formar una muestra de todo los ciudadanos para que actuase en su nombre; el Consejo de los Quinientos: los atenienses se dividían en unos cien demos (barrios, parroquias o distritos), que eran las unidades del gobierno local. Se elegían por elección y sorteo. Los demos elegían los candidatos y la suerte los designaba. Y los tribunales: eran la clave del sistema democrático ateniense. Eran nombrados por los demos y también elegidos por sorteo. Eran muy numerosos, y eran jueces y jurados. Los tribunales decidían en nombre del pueblo, por lo que no existía la apelación.

Estado Nación Europea
En el siglo XVII europeo las luchas entre reinos y pueblos se fraguaban sin contemplaciones por razones religiosas, políticas y económicas. Luego de la Guerra de los 30 años se suscribieron un conjunto de tratados a la que se denominó Paz de Wesfalia. Estos tratados acaban con el antiguo orden feudal y da paso a organizaciones territoriales y poblacionales definidas en torno a un gobierno que reconoce sus límites espaciales, y por lo tanto, de poder. A partir de entonces las naciones pasan a ser grupos humanos identificados por características culturales que tienden a formar Estados con base a esas similitudes. Estos acuerdos supuso modificaciones en las bases del Derecho Internacional, con cambios importantes encaminados a lograr un equilibrio europeo que impidiera a unos estados imponerse a otros.

Frente a la visión española y del Sacro Imperio de una universitas chistiana, triunfaron las ideas francesas que exaltaban la razón del Estado como justificación de la actuación internacional, el Estado sustituía a otras instituciones internacionales o trasnacionales como la máxima autoridad. Las apetencias de expansionismo fueron neutralizadas. En la práctica el Estado dejaba de estar sujeto a normas morales externas a él mismo.

Entre las consecuencias del tratado de Wesfalia tenemos la aceptación del principio de soberanía territorial, el principio de no injerencia en asuntos internos y el trato de igualdad entre los Estados independientemente de su tamaño o fuerza. En la práctica fue algo diferente y el resultado desigual para los diferentes Estados.

A partir de este momento se desarrollan los Estados Monárquicos Absolutista, caracterizado porque por encima del poder del Rey no había otro poder humano. El rey era el soberano. El rey hacía, aplicaba e interpretaba la ley. El rey tenía no solo derecho sobre la vida, la libertad y la propiedad de todos sus súbditos sino que además determinaba la vida económica.

Le sucede el Estado Liberal que surge como resultado de una crítica a la sociedad absolutista-monárquica, que culminó en un proceso revolucionario de carácter político-social: la Revolución Francesa, y al mismo tiempo coincidió con un fenómeno de carácter científico-tecnológico: la Primera Revolución Industrial, que en un proceso simultáneo y convergente dieron origen a un nuevo tipo de sociedad: la sociedad capitalista, a un nuevo tipo de Estado: el Estado Liberal-Burgués, a un nuevo trabajador: el obrero industrial (proletariado según Marx), y a una super explotación de ese mismo proletariado.

¿Que ocurre en América? Desde el inicio de la Conquista la Corona Española (1492) se crea Estado Colonial que responde a lo intereses del Estado Monárquico, no así en en los Estados Unidos, a un siglo de llegada a tierras norteamericanas se independizan y crean un Estado Republicano democrático. Sin embargo, luego que España es invadida por Francia y América Latina se independiza de Europa constituye un Estado independiente de la Corona pero en sus fundamentos mantienen la misma estructura colonial. Cambian los actores pero los intereses de élites económicas y políticas prevalecen.

Volviendo a Europa, el Estado Liberal se entroniza en una práctica donde hay un libre juego de las fuerzas sociales y económicas; se aleja del derecho las cuestiones éticas y morales, fomenta la desigualdad económica y la explotación de una clase social por otra, se hace énfasis en los valores individuales superiores a los colectivos. Cada individuo es la ley para sí. Lo que se ha de hacer y omitir, se deja al arbitrio de los más poderosos, lo cual es una pendiente que conduce a la tiranía. Se busca el interés y el poder. Se convierte en garantía de la libertad el principio de la división de poderes. Las relaciones entre gobernantes y gobernados se realizan a partir de un proceso de negociación socio-política. Se rige por el imperio de la Ley por encima de todo orden social, político o económico o Estado de Derecho‏. Se reduce las funciones del Estado a la seguridad y protección de los derechos individuales, vida, libertad y propiedad privada. Se afirma un régimen de garantías para los derechos individuales reconocidos como inviolables y sagrados.

El Estado Liberal surgió como un concepto de lucha. Un arma política de la burguesía con el objeto político de imponer un nuevo orden político frente al viejo orden del Absolutismo (monárquico). Para cumplir esta misión, el Estado se vale de los medios legales que establece la Constitución. Para Karl Marx, Friedrich Engels y los marxistas posteriores, la igualdad jurídica y las declaraciones formales de libertades en los Estados liberales encubrían una desigualdad económica y una situación de explotación de unas clases sociales por otras.

La ideología liberal se apoya en el argumento de la eficiencia económica, en la voluntad de defender al individuo contra el dominio cada vez más invasor de las organizaciones y también frente a las tendencias totalitarias de los poderes políticos.

La mayor parte de los liberales del siglo XIX temían la participación de las masas en la política. Muchos liberales se ocuparon de preservar los valores individuales que se identifican con una ordenación política y social aristocrática. Su lugar como crítico de la sociedad y como reformadores pronto seria retomado por grupos más radicales como los socialistas. Los liberales se oponían a las restricciones sobre el mercado y apoyaban la libertad de las empresas privadas. Se opusieron a legislaciones que fijaban un máximo a las horas de trabajo.

Al evolucionar el capitalismo industrial durante el siglo XIX, el liberalismo económico siguió caracterizado por una actitud negativa hacia la autoridad estatal plantean la reducción de la esfera del Estado. Las clases trabajadoras consideraban que estas ideas protegían los intereses de los grupos económicos más poderosos. Las clases obreras comenzaron a tener conciencia política y un poder organizado. Las consecuencia de éstas crisis en el pensamiento económico y social fue la aparición del liberalismo pragmático (neoliberalismo)‏. En esta época la finalidad del Estado era la de ser guardián de los derechos individuales, por lo que se conoció como Estado Guardián, indiferente ante el cúmulo de problemas socio-económicos por los que atravesaba la humanidad en aquel momento.

Retomando los hechos historicos, a mediados del siglo XIX Estados Unidos se presenta como inicpiente potencia bélica al enfrentar al Japón. A finales del siglo le hace la Guerra a México para adueñarse de sus tierras. A principio del siglo XX Europa se encuentra de nuevo en crisis. El Imperio Austro Hungaro busca su expansión. Francia, Gran Bretaña y Rusia rivalizan con Alemania (potencia económica, industrial, comercial y financiera) luego que Guillermo II no sigue la política de alianzas de Bismark. Rusia pierde la guerra con Japón (1905). En 1914 se inicia la Primera Guerra Mundial donde Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia e Italia (ganadores) confrontan a Hungría, Austria, Bulgaria y Albania (perdedores). El Comité de los Cuatros se reparten las colonias y obligan a Alemania a indemnizar por los daños causados por la guerra.
Cuando el Estado declina ante el poder económico de las grandes corporaciones nace el Estado Corporativo que es la forma fascista de la dictadura burguesa, surgido después de la Primera Guerra Mundial, ya en el período de la crisis general del capitalismo. Particularidades fundamentales del Estado Corporativo: se liquida el órgano electivo, el parlamento, y se sustituye por una «representación de corporaciones»; el resultado es que se priva a los trabajadores de todo derecho y se les condena a la cruel explotación de los monopolios con el concurso de las corporaciones. El objetivo principal del Estado Corporativo estriba en encubrir la dictadura del capital monopolista y conferir al Estado fascista la apariencia de una «colaboración de clases», de una «armonía de intereses» en el marco de las corporaciones. La función social del Estado se privatiza y las organizaciones no gubernamentales lo asumen en redes. Se aprovecha la estructura oficial para apoyar las trasnacionales en la reducción y alcance social.

Otro hecho a considerar es la Depresión en Estados Unidos (1929), el expansionismo japones en China (1931) y el ascenso del Nacionalismo alemán (1933).
El Estado Tecnocrático. A partir de los años 30 aparece el fenómeno tecnocrático en el aparato público. Se explica su presencia en el Estado con la instalación de subsidiarias en diversas partes del mundo, la expansión de la actividad económica, las ayudas internacionales. El Estado se organiza para favorecer principalmente la acumulación privada del capital, por tanto la dirección pública toma las características que requiere el modelo económico del Estado. A su vez se debe tomar en cuenta el contexto político, ideológico y social del Estado.

La ideología de los tecnócratas corresponde a la ideología capitalista y tiene su principal fuente en los centros educativos, ya que a través de las distintas profesiones se impone una concepción economicista de la realidad social. Los tecnócratas están puestos para favorecer la acumulación y la expansión del capital privado y su rentabilidad, el desarrollo técnico –administrativo para la privatización, el desarrollo de estrategias para inversión privada en los planes de expansión económica, privatización periférica.

En 1939 se da inicio a la Segunda Guerra Mundial donde las alianzas capitalistas y comunistas ponen fin a los afanes imperialistas de los sistemas fascistas y totalitarios, logrando la reducción del territorio alemán y el engrandecimiento del Estado Soviético.

Despues de la Segunda Guerra Mundial se inicia la Guerra Fria el cual establece la confrontación entre el capitalismo y comunismo. El bloque capitalista y el bloque soviético comienzan a competir en materia nuclear, tecnológica y propagandística. En América Latina se constituyeron Estados nacionalistas, fascistas, dictatoriales y desde el Bloque Socialista el Estado Democrático Popular o Estado Socialista, ya sea en la URSS y sus aliados, China y Cuba.

Como alternativa democrática surge el Estado Social de Derecho que articula dos momentos, el normativo y el político. El normativo, que impone obligaciones jurídicas, y por tanto vinculantes, al Estado, y el político, referido a la acción y decisión políticas que nutre de sentido e impulsa la aprobación y ejecución de las normas jurídicas.

El Estado Social de Derecho, es un concepto material exige la materialización de sus contenidos valorativos en la praxis social, al imponer al Estado obligaciones de hacer, gracias a sus brazos legislativo y administrativo, en la satisfacción de los derechos sociales y económicos de la persona humana, privilegiando de manera especial los valores de dignidad y justicia social. Es el Estado garante de la satisfacción de las necesidades básicas o vitales para una vida digna de todos los ciudadanos, independiente de las formas y modos de su relación con la economía.

En un proceso enormemente rápido la URSS y los EE.UU. pusieron fin al largo enfrentamiento que habían iniciado tras el fin de la segunda guerra mundial. En 1989 la caida del muro de Berlin se convierte en el acontecimiento que consolida el fin de la URSS dejando a EE.UU. como la única superpotencia mundial. En adelante, Washington podrá ejercer el papel de "gendarme mundial" sin miedo a la concurrencia de otra superpotencia.

El Estado Nación viene siendo desplazado de modo determinante en las últimas cinco décadas. El capitalismo global visibilizadas por las trasnacionales representantes de conglomerados y redes económicas que ostenta el poder financiero, militar, policial, mediático, científico, tecnológico y político impone sus leyes a través de las instituciones globales (FMI, Banco Mundial, OMC, Unión Europea, Banco Europeo, la Trilateral Comissión -America del Norte, Europa occidental y Japon- el Club de Roma, el Grupo de Bilderberg, los Iluminatti, entre otros). Hasta los propios Estados Nación de los países centrales han declinado en su poder real. Sólo sirven a los intereses de estos. Podemos imaginar que poder tienen los Estados nación de los países de la semiperiferia y de la periferia. O suscribirse con estos o constituirse en resistencia para su contrahegemonia. (Watts, Alan, 2000).

El poder global plantea el fin programado de la Democracia. Los programas de derecha o de izquierda ya no deciden nada. No se tiene elección del plato (la nueva esclavitud) pero si de la salsa (derecha pimentada o de izquierda agridulce); el debilitamiento de los gobiernos, la desregulación, la privatización de los servicios públicos y la reducción de las ayudas sociales.
Una estrategia de manipulación de la opinión pública y de la sociedad esta al orden del día, caracterizada por:
  • La desaparición de la información real de los acontecimientos mundiales, nacionales y locales, así como la saturación o bombardeo de noticias engañosas y orientadas desde los centros de poder económico.
  • La estrategia de la distracción y del divertimento para estar lejos de los verdaderos problemas. (alienación)
  • Creación de problemas para y despues ofrecer soluciones (problema del sistema de salud hay que privatizar)
  • La estrategia de la degradación. Para aplicar medidas inaceptables se aplica progresivamente en degradado. De aplicarlos bruscamente generaría resitencia y revoluciones.
  • La estrategia del diferido. Decisiones de gobiernos dolorosas pero necesarias. “Todo ira mejor mañana”. Para acostumbrar al cambio y aceptarlo con resignación.
  • Dirigirse al público como niños de baja edad para evitar el sentido crítico y utilizar el aspecto emocional mas que la reflexión.
  • Mantener al publico en la ignorancia y en la idiotez. Que el público no comprenda las tecnologías y métodos utilizados para su control y esclavitud.
  • Promover en el público a complacerse en la mediocridad, en el ser estupido, vulgar e inculto, “ser cool”.
  • La inhibición de la acción por stress, sobrevivencia económica, violencia urbana y medios ambientes deshumanizados y contaminados, disminuyendo la capacidad de reacción de los individuos.
  • La desaparición de la naturaleza y el gusto y atracción por la fealdad y suciedad.
  • La contemplación de la naturaleza y de la perfección del universo es considerada subversiva ella encamina al individuo a rechazar los ambientes y a dudar del orden social que debe permanecer como su única referencia. La contemplación de la naturaleza incita al sueño e intensifica la vida interior de los individuos, desarrollando su sensibilidad propia, así como su libre albedrío. La espiritualidad encaminada a conmover el sistema de valores y su actuación por ellos mismos en detrimento del sistema hedonista y consumista implantado como condicionamiento social es potencialmente subversivo.
A continuación se presenta el Cuadro “Tipos de Estados desde XVII hasta el XXI” que permiten visualizar Europa y América desde 1492 hasta hoy y los diversos factores exogénos y endógenos que intervienen en la evolución del Estado Nación hasta nuestros días. El cuadro permite al lector hacer sus propios inferencias a partir de acontecimientos que se daban en el Sistema Mundo Europeo y Norteamericano que influyeron y determinaron el Estado Nación periférico Latinomericano.


2. EL DESARROLLO COMO TELOS DEL SISTEMA MUNDO CAPITALISTA

¿En qué podría ayudarle la espiritualidad a un hombre de mundo como yo? Preguntaba un hombre de negocios. Te ayudaría a tener mas, respondió el Maestro. ¿De qué manera? Enseñándote a desear menos.
¿Quién puede hacer que amanezca? Riquezas
Anthony de Mello

El desarrollo como horizonte, fue y es un imperativo de la modernidad y post-modernidad resultante de la acción dialéctica entre el Sistema Mundo Capitalista y el Estado Nación. Construcción cultural hegemónica (de Europa y EEUU) que se encuentra en crisis como también sus creadores, realizadores y operadores, como lo son, las organizaciones mundiales que representan el Capitalismo y los gobiernos de los Estados Naciones ya sea de los países centrales o periféricos.

Para Julio Escalona en su obra “Hacia una Ecología del Bienestar”, el Desarrollo se ha montado sobre unos cuantos mitos: el mito de la razón omnisciente y el conocimiento científico como ejes de la verdad y de la vida; el mito de la ciencia y la tecnología como instrumentos de liberación; el del conocimiento ilimitado, el del dominio de la naturaleza, el de una sociedad de la abundancia, el de la economía y el desarrollo como instrumento de bienestar, el de una sociedad del tiempo libre; el mito de una familia modelo que hace que la familia tradicional desaparezca dando nacimiento a la familia nuclear; al mito sobre la derrota de la enfermedad y la conquista de la salud plena, el mito de la igualdad y la democracia, la comunicación ilimitada y la desaparición de las distancias, del individuo igualitario sujeto de derechos, del mito de la visión dualista o dicotómica y del mito sobre la visión antropocentrica del mundo.

Cada mito merece una reflexión profunda para vernos como estamos inmersos en ellos porque el sistema político, cultural, social, jurídico, educativo, religioso, etc. y han hecho que nos identifiquemos sin la debida y oportuna crítica mas sí la asunción de un modo de senti/pensar/producir/actuar alienante. Hablar del Desarrollo exige el impensar porque estamos estructurados sobre estos mitos, los cuales creemos, confiamos y nos realizamos desde ellos de modo inconsciente. Analizarlos nos lleva necesariamente a hacerlo desde las ciencias e investigación social considerando seriamente la geopolítica del conocimiento.

La palabra desarrollo como producto de la modernidad pasa por el tamiz de la desconstrucción y del impensar debido a que muchas de sus suposiciones – engañosas y constrictivas – como ya se afirmó, están demasiadas arraigadas en nuestro imaginario colectivo.

El Desarrollo como telos de la historia se nos ofrece como algo lineal, ascendente y progresivo, homogeneizador e irreversible. Horizonte compartido por neoliberales y socialistas presumiendo que el futuro será mejor y realizable. Deconstruir la narrativa dominante es ubicarse en los espacios de enunciación por lo que amerita un estudio dialéctico de la historia entre ambas realidades.

Abordar este concepto en el contexto del sistema mundial capitalista se hace desde una epistemología y metodología que permita integrar el conocimiento pertinente para un análisis crítico de los factores y condicionantes históricos geográficos que confluyen para la producción cognitiva y de acciones de actores políticos-sociales en un momento dado.

Todas estas advertencias se resume en lo que expresa Lander en “La colonialidad del saber” que no debemos olvidar que “tras este vagaje del conocimiento y la diversidad disciplinaria occidental se esconde este discurso hegemónico de modelo civilizatorio, esto es, como una extraordinaria síntesis de los supuestos y valores básicos de la sociedad liberal moderna en torno al ser humano, la riqueza, la naturaleza, la historia, el progreso, el conocimiento y la buena vida. (Lander, 2000:1). La historia como disciplina de la modernidad no escapa a este sesgo interpretativo. Las pretensiones de objetividad y neutralidad del discurso histórico buscan en sí la naturalización y legitimación de un orden establecido.

Por eso se toma en cuenta la posición privilegiada del lugar de enunciación de la teoría y de la práctica que busca universalizarse pero que niega al otro en su diversidad. Es este un factor perturbador en la producción del estudio de la historia, por lo que se asume la continuidad histórica dentro de su complejidad, sus actores y acciones y su sistema conformado en leyes e instituciones, etc.

No se puede pensar que el desarrollo como horizonte se estableció en un momento dado de la historia. Sería ingenuo creer que en 1948 cuando finaliza la 2da. Guerra Mundial, los países de la Gran Alianza (EEUU, URSS, Inglaterra, Francia y China) decidieron apoyar económicamente la Reconstrucción de Europa y por otro lado, fomentar el Desarrollo de los países de la periferia fue fruto de ese momento histórico. Al igual que el desarrollo es un producto cultural del mundo occidental y mundial, la naturaleza imperial en controlar unos países sobre otros y la búsqueda exacerbada por territorios y mercados estaba incluida en esta producción.

La intención de las grandes naciones “las que habían vertido su sangre en beneficio de todos” jugaba doble propósito: que los países europeos -aliados naturales de los EEUU o de la URSS- ya cansados y empobrecidos de la guerra (estaban a punto de autodestruirse) retomaran su camino como neocolonizadores a la usanza moderna y se deslastraran de sus formas antiguas pero bajo su control y mando, quienes se reservaron el derecho de poner las bases de las Naciones Unidas. Por lo que la propuesta de desarrollo no fue más que el espejito que obnubilo a la periferia (quien cumplió un papel estratégico en la guerra: aportando seres humanos de las colonias y materia prima barata) para encontrarse de nuevo sujeta a los poderes imperiales contemporáneos. Industrialización, tecnología, urbanismo, en otras palabras, modernización se constituyó como elementos claves para soñar y anhelar.

Terminada la guerra no se tardó mucho en evidenciarse el enfrentamiento entre los Estados Unidos y la Unión Soviética por razones económicas, políticas y propagandísticas, ya sea porque Stalin consideró la incompatibilidad del comunismo y el capitalismo o los Estados Unidos denunció la política expansionista de la URSS - peligrosa a sus intereses diplomáticos y de potencia cuando había una clara popularidad de la izquierda en Europa- ambos tomaron diversos rumbos en materia de Desarrollo. Donde cada Estado Nación central o periférico se montaba a construir su ideario de desarrollo.

Así como se alían las potencias de derecha y de izquierda para derribar y someter los afanes imperialistas de los sistemas fascistas y totalitaristas, así mismo hubo un consenso del imaginario del desarrollo. Sólo que en el tiempo se dedicaron a repartirse el mundo, a mostrarse quien era mejor, en la medida que mostraba su capacidad bélica nuclear, de industrialización y de mercado, de conocimiento y tecnología, de urbanismo y modernidad, dejando tras de sí, las tradiciones, la naturaleza, lo humano en sentido identitario, negándose a si mismo como sociedad y mundo de la vida. En la práctica fue esto lo que sucedió.

Al llegar a ese punto debemos comprender los antecedentes en el marco de la continuidad histórica, al visualizar que el desarrollo como constructo cultural del sistema capitalista se inicia en 1492 (con la llegada de guerreros y aventureros) y 1620 (constituidos por familias puritanas y disidentes). Cuando dos mundos culturales someten a la Abya Yala, o a esta tierra de gracia, o a América dando inicio a la coloniedad (versión España e Inglaterra), la etnicidad cultural, el racismo y segregación social, (versión latinoamericana o norteamericana), a la novedad y la invención (debido al conocimiento y tecnología producido hasta entonces), que se da en términos del expasionismo, que aumenta el capital en los centros de poder, al obtenerse materia prima gratis y se explota a los seres humanos bajo condiciones de esclavitud y servidumbre. Sobre esas acciones se configura el desarrollo de unos para el subdesarrollo de otros.

El imaginario del desarrollo tuvo dos momentos: el período pre-capitalista mercantilista donde las tierras generaban la riqueza agraria y minera, junto a la piratería y contrabando, en el otro sucede en el capitalismo industrial y tecnológico, donde el capital, la economía del mercados, la propiedad privada y la posesión de recursos bioenergéticos son presupuestos de poder económico y político. Ambos escenarios se constituyen en esencia y en apariencia. Los países o los grupos de poder económico que poseían o poseen estos bienes para su consumo o enriquecimiento a partir del intercambio comercial (asimétrico e injusto) eran y son respetados y admirados. Tener mas y cada vez mas, era y es el imperativo. El materialismo en su grado máximo.

El problema es que está manera de forjarse y de delinearse el desarrollo basada en la explotación, opresión, enajenación y degradación del hombre contra el hombre y entendiendo la tierra como la gran máquina no es sostenible en el tiempo ni sustentable por la naturaleza.
Esto nos lleva a interrogarnos ¿Qué desarrollo queremos y podemos respetando al ser humano y a la tierra?

3. LA CONSTRUCCION DEL ESTADO NACIÓN Y DEL DESARROLLO DESDE EL MUNDO DE LA VIDA

"A un discípulo que no dejaba de pedirle respuestas le dijo el Maestro: Tienes en tu interior la respuesta a todas las preguntas que haces; lo único que necesitas es saber cómo buscarla. Y otro día le dijo: En el país del espíritu no puedes caminar a la luz de una lámpara ajena. Tu me pides que te preste la mía. Pues bien preferiría enseñarte hacerte tu propia lampara.
¿Quién puede hacer que amanezca? Autarquia
Anthony de Mello

Identificados los actores y acciones del sistema mundo capitalista que llevaron a tener en su inventario el horizonte del desarrollo y la estructura que le ha servido para su conformación y consolidación se encuentra en una fase de crisis del sistema y del mundo de la vida, que busca reorganizarse, como sistema global o nacional para mantenerse o sobrevivir frente a los países, pueblos y los ciudadanos, cuyo mundo de vida, viene siendo colonizado de forma agresiva y perversa por estos últimos.

Para comprender la idea de colonización es crucial tomar en cuenta a Habermas quien considera la sociedad como una entidad compuesta de ambos elementos: el mundo de la vida y el sistema. Si bien en la sociedades arcaicas ambos estaban estrechamente entretejidos, en la actualidad se aprecia una divergencia cada vez mayor entre ellos; se ha "desacoplado". Aunque ambos han emprendido un proceso de racionalización, ese proceso ha adoptado diferentes formas en los dos espacios. Habermas aprecia una relación dialéctica entre el sistema y el mundo de la vida (ambos se limitan y se abren nuevas posibilidades nuevamente), pero su preocupación central es el modo en que en el mundo moderno el sistema controla el mundo de la vida. En otras palabras, la ruptura de la dialéctica entre el sistema y el mundo de la vida y el creciente poder del primero sobre el segundo. (Austin, Tomas, 2000)

Habermas compara la racionalización creciente del sistema y del mundo de la vida. La racionalización del mundo de la vida implica un aumento del lenguaje y la reducción de la acción. Pero el resultado de este es el hecho de que las demandas en el lenguaje crecen y llegan a agotar su capacidad. Los medios no lingüísticos (especialmente el dinero y el poder) --que emanan del sistema y se diferencia en él --llenan el vacío y reemplazan, al menos en cierta medida, el lenguaje cotidiano. En lugar de ser el lenguaje el que coordina la acción, el sistema, cada más complejo, "libera imperativos sistémicos que agotan la capacidad del mundo de la vida que instrumentalizan" Así, Habermas escribe sobre la "violencia" que ejerce el sistema sobre el mundo de la vida mediante los modos en los que restringe la comunicación. Esta violencia, a su vez, produce "patologías" en el mundo de la vida.

Conforme a Wallerstein, estamos en una situación histórica mundial en la que se visualiza múltiples posibilidades. Las perturbaciones aumentan en todas las direcciones y sentidos. Todo está fuera de lugar. No se puede predecir lo que pasará. Lo que no significa que no podamos tener un impacto sobre un nuevo orden que se va a construir, donde la acción mas pequeña podría tener un alcance enorme. (Contreras, 2000:1). El punto de incertidumbre a que nos ha llevado este momento histórico, debe ser considerado de urgente interpretación por aquellos a los que el sistema capitalista ha sometido y ha reducido a un simple recurso que usa y abusa según su conveniencia, mas no tanto, para quienes el sistema le sigue funcionando y funcionando bien. Pero que sin duda alguna, su funcionamiento se agotará.

Para Sontag, la crisis es transformacional implica la transición de un sistema histórico a otro. Tal transición dura bastante tiempo y es además cíclica: no es un proceso lineal de deterioro y de hundimiento, sino discontinuo de períodos de recuperación y empeoramiento, en los cuales el empeoramiento es la tendencia dominante en el largo plazo. Hay que tener claro que la crisis no afecta ni a las sociedades céntricas, semiperiféricas y periféricas del mismo modo. Aún cuando conforman el mismo sistema histórico mundial único, cada una de ellas tienen sus formas peculiares de funcionamiento económico, actores sociales colectivos con características específicas, estados con capacidad diferenciada de respuestas y sistemas culturales, educativos y mediáticos que provocan reacciones diferentes en la práctica de los ciudadanos desde su clases sociales, sectores y grupos sociales que pertenecen. (Contreras, 2000:3).

Debemos reconocer donde el telos nos ha llevado y donde estamos sumergidos si queremos superar la dicotomía y atomización donde nos encontramos. Pero tenemos que poner las bases del telos donde queremos estar. Es allí donde es conveniente que aprendamos a distinguir los saberes coloniales y eurocéntricos impuestos desde los países centrales pero también reconocer los nuestros que van desde nuestro mundo originario hasta lo producido en nuestra dialéctica con el sistema mundo para amortiguar y resistir sus ordenes, de este modo, producir una cultura contrahegemónica que derive en una forma de ser y hacer autónoma desde nuestras posibilidades como pueblos y naciones.

Repensar el término Desarrollo y el Estado Nación como lo venimos representando, de explicarnos este momento actual y comprendernos en los retos y desafíos que invoca esta etapa histórica para nosotros como ciudadanos latinoamericanos es tarea obligatoria. Formular nuevas alternativas para salir del laberinto donde nos ha llevado el sistema capitalista que se impone como un ideal a seguir y como única realidad posible es necesario. No hacerlo es legitimar un sistema que acentuará y reforzará sin ambigüedades su postura totalitarista, destructora, opresora y depredadora. Dejar pasar este momento histórico es negar las condiciones muy particulares de resistencia y de emancipación presente hoy en los pueblos y las naciones latinoamericanas. ¿Será posible redefinir el concepto de Desarrollo y construir un Estado – Nación desde nosotros? ¿Como pueblos y naciones de la periferia?

De acuerdo a Maritza Montero “es posible hablar de la existencia de un modo de ver el mundo, de interpretarlo y de actuar sobre él” distinto al establecido y este se constituye propiamente un episteme con el cual América Latina está ejerciendo su capacidad de ver y hacer desde una perspectiva Otra, colocada al fin en el lugar de Nosotros. (Lander 2000:37) Entre las ideas centrales articuladoras de este paradigma son las siguientes: una concepción de comunidad y de participación así como del saber popular, como formas de constitución y a la vez como producto de un episteme de relación; la idea de liberación a través de la praxis, que supone la movilización de la conciencia, y un sentido crítico que lleva a la desnaturalización de las formas canónicas de aprender-construir-ser en el mundo; la redefinición del rol de investigador, el reconocimiento del Otro como Sí Mismo y por lo tanto la del sujeto-objeto de la investigación como actor social y constructor del conocimiento; el carácter histórico, indeterminado, indefinido, no acabado y relativo del conocimiento. La multiplicidad de voces, de mundos de vida, la pluralidad epistémica; la perspectiva de la dependencia y luego, la de la resistencia. La tensión entre minorías y mayorías y los modos alternativos de hacer-conocer; y la revisión de los métodos, los aportes y las transformaciones provocados por ellos. Las contribuciones principales a este episteme latinoamericano las ubica Montero en la Teología de la Liberación y la Filosofía de la Liberación, así como en la obra de Paulo Freire, Orlando Fals Borda y Alejandro Moreno.

La concienciación y su respectiva problematización del sistema por parte del mundo de la vida desde la participación de los ciudadanos y las comunidades en la construcción del Estado Nación y del Desarrollo, debe ir en la construcción de una sociedad con carácter contrahegemónico que devele las contradicciones del sistema capitalista en sus valores y acciones imperiales, el cual no respeta la soberanía de otros pueblos, impone sus intereses orientados a la obtención del poder y plagados por avaricia, discriminación, jerarquía, exclusión y exclusividad, usa medidas de fuerza y de amenazas, abusa y se apropia de los recursos naturales y crea conflictos para lograrlo. (Dozthor, 2000:16)

Una sociedad preocupada por sus necesidades, intereses y expectativas y no respondiendo a la de otros. Que integre los aspectos sociales, económicos, políticos y espirituales para crear armonía y balance en interacción con otros pueblos a nivel local, regional y global. Una sociedad que practica la democracia participativa, protagónica y corresponsable de todos los procesos donde la gente tiene y ejercita el derecho a diseñar e implementar sus realidades y sus instituciones. Ciudadanía que juega un papel activo en la formación de sus instituciones y en el proceso de tomas de decisiones acerca de asuntos de su interés. Una sociedad informada y con conocimiento. Una sociedad basada en una utopia matrística de la vida que asume los principios éticos de la solidaridad y la cooperación como algo natural al ser humano, identificada con los valores de la convivencia, del respeto, de la unidad en la diversidad (Maturana, 1993:19) donde resulta cotidiano la igualdad de oportunidades y de condiciones para una equidad y justicia social en términos de democratización del poder social. Una sociedad que a partir de la reflexión acción implementa mecanismos de evaluación y contraloría dentro de una producción cultural que emerge de una visión consensuada del bien, interés y beneficio común.

Hacia un Nuevo Proyecto Histórico (Dieterich, 1999:184) se nos convoca como sociedad. Sistema y mundo de la vida aliados como factor de cambio y transformación y opuestos al neoliberalismo global. Detener el proceso destructivo de la vida manifestado por el neoliberalismo global nace de la conciencia crítica de las víctimas, que se constituyen comunidades creadoras y movimientos transformadoras desde la verdad que representan como sujetos históricos y constructores de la historia.

A MODO DE CONCLUSIÓN
1. Hoy el Desarrollo es un telos que está presente en el imaginario colectivo. Impensarlo es un desafío, resignificarlo un reto que desde la diversidad de nuestras realidades y con capacidad crítica y creativa debemos asumir responsablemente esta tarea histórica.
2. Es necesario que nos veamos como la parte que somos de un sistema mundial de naciones y dentro de una región, que como la latinoamericana tiene una posición excepcional en la génesis y la historia del Sistema Capitalista Mundial, pues para nadie es un secreto que uno de los principales acontecimientos que permitió en el siglo XV que el modo de producción Capitalista, que trataba de emerger en Europa Occidental, no solo lo hiciera sino que desde ese mismo comienzo tomara carácter mundial, fue la conquista de América y su incorporación al sistema mundo europeo como periferia colonial.
3. El imaginario del desarrollo tuvo dos momentos: el período pre-capitalista mercantilista donde las tierras generaban la riqueza agraria y minera, junto a la piratería y contrabando, en el otro sucede en el capitalismo industrial y tecnológico, donde el capital, la economía del mercados, la propiedad privada y la posesión de recursos bioenergéticos son presupuestos de poder económico y político. Ambos escenarios se constituyen en esencia y en apariencia. Los países o los grupos de poder económico que poseían o poseen estos bienes para su consumo o enriquecimiento a partir del intercambio comercial (asimétrico e injusto) eran y son respetados y admirados. Tener mas y cada vez mas, era y es el imperativo. El materialismo en su grado máximo. Esto nos lleva a interrogarnos ¿Qué desarrollo queremos y podemos respetando al ser humano y a la tierra?
4. Repensar el término Desarrollo y el Estado Nación como lo venimos representando, de explicarnos este momento actual y comprendernos en los retos y desafíos que invoca esta etapa histórica para nosotros como ciudadanos latinoamericanos es tarea obligatoria. Formular nuevas alternativas para salir del laberinto donde nos ha llevado el sistema capitalista que se impone como un ideal a seguir y como única realidad posible es necesario. No hacerlo es legitimar un sistema que acentuará y reforzará sin ambigüedades su postura totalitarista, destructora, opresora y depredadora. Dejar pasar este momento histórico es negar las condiciones muy particulares de resistencia y de emancipación presente hoy en los pueblos y las naciones latinoamericanas. ¿Será posible redefinir el concepto de Desarrollo y construir un Estado – Nación desde nosotros? ¿Como pueblos y naciones de la periferia?
5. Hacia un Nuevo Proyecto Histórico se nos convoca como sociedad. Sistema y mundo de la vida aliados como factor de cambio y transformación y opuestos al neoliberalismo global. Detener el proceso destructivo de la vida manifestado por el neoliberalismo global nace de la conciencia crítica de las víctimas, que se constituyen comunidades creadoras y movimientos transformadoras desde la verdad que representan como sujetos históricos y constructores de la historia.

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