sábado, 22 de mayo de 2010

Simón Bolívar ¿Revolucionario?


Por Alice Peña Maldonado

Bolívar: el genio, el militar, el amante, el estadista, el filósofo,
el idealista utópico, el visionario continental, el reformador social,
todo para señalar al Revolucionario Americano

No hay texto sin contexto, lo afirma la lingüística. Esto quiere decir que para que un discurso sea auténtico y válido debe responder a una realidad concreta, donde el tiempo histórico, el espacio social y geopolítico redefine aspectos esenciales que hacen del argumento algo original y abarcante. Para que el discurso conlleve a interacciones, sucesos y eventos (1) este debe producir ruptura, posibilidades y acciones (2) individuales, grupales y colectivas ya sea en el ámbito local, regional, nacional y continental que se hace en la conjugación del tiempo, donde la memoria del pasado que forja la identidad, la comprensión del presente que favorece el sentido de pertenencia y la visión futura desde un proyecto común se fusionan para expresar la participación del sujeto y los papeles que se asume en su dialéctica con el mundo.

En una aproximación a los documentos centrales de Libertador, Simón Bolívar como el Manifiesto de Cartagena (1812); el Manifiesto de Carúpano (1814); la Carta de Jamaica (1815); el Discurso de Angostura (1819); el Mensaje al Congreso de Colombia (1826); el Mensaje a la Convención de Ocaña (1828), así como las cartas de Simón Bolívar a su amada ecuatoriana Manuela Saenz; demuestran el sentipensamiento (3) de un hombre en situación y en proyección, donde no existe la alienación ni el fatalismo, sino que a través de cada párrafo se hace tangible el hombre critico, creador, liberador y transformador, que invoca la utopía originaria centrada en el ser humano en colectivo apostando a una manera distinta de sentir, pensar y hacer las cosas, donde la naturaleza no esta divorciada de lo humano ni lo humano divorciado de la naturaleza, es mas forma parte de ella. Esta visión que la suscribe en todos sus textos lo recoge de una realidad humana, no la inventa, esta visible a sus ojos, aún cuando muchos no la comprendieron ni la llegaron a ver.

Realidad humana que no se hallaba en los que buscaban el poder y las riquezas, sino en un pueblo indígena, afroamericano y criollo que demostró su resistencia y sus deseos de emancipación pese a aquellos que pretendieron dominarlos, invocando sus leyes, sus instituciones, sus miedos, sus creencias y sus dioses.
Los documentos escritos por Bolívar demuestran su forma lingüística de interacción social, de potencial significado y de acción que se crea y que lo conforma en Alfarero de Repúblicas y Libertador de los Pueblos Latinoamericanos pero que expone al Hombre de las Complicaciones que sufrió injusticia y traición, intento de asesinato y confronto hasta el final de sus días los intereses y privilegios de la clase burguesa que intento destruir su sueño en vida.

Vale preguntarse a estas alturas: ¿Bolívar fue revolucionario? Para Salcedo Bastardo en su obra “Misión y revisión de Bolívar” afirma en Revolución histórica: mística y acción que el proyecto que Bolívar encarno estaba contenido de una mística que lo llevaba a la acción no así a la contemplación, que la unidad por la que el abogaba no tenia otro asidero que la educación como fundamento de una acción consciente, donde el ser humano, hombre y mujer eran hacedores de su propio destino y porvenir. Entendimiento este, que promueve un cambio en la manera de pensar y hacer las cosas, distintas al viejo mundo, en donde lograrlo equivalía al trabajo y al esfuerzo revolucionario de muchas generaciones en colectivo.
Basta reflexionar la concepción filosófica de los escritos de Bolívar sobre la América como el nuevo mundo enmarcado en un proyecto común donde el pasado, el presente y el futuro se unen para generar una nueva vida (acción creadora) opuesta a la destrucción producida por el sistema colonizador tanto del dominio español como por el vislumbrado país del norte, cuando apenas daba muestras de sus primeras ambiciones imperiales; para producir una gesta emancipadora (acción liberadora) que llevara a la autonomía y soberanía de las nuevas naciones al separarse de la opresión impuesta por el reino español a través de sus leyes e instituciones; y para trascender en una nueva realidad (acción transformadora) tanto del sujeto individual sociopolítico como ciudadano americano como de la constitución de las naciones libres, en sujetos históricos colectivos unidos en la diversidad de su gente, su cultura, su geografía y recursos naturales.

Para el logro de ello, Bolívar no veía obstáculos, había una claridad en las metas a conseguir, aunque reconocía las contradicciones y antagonismos que no permitían alcanzar con más prontitud los cambios y transformaciones deseadas y necesarias, por causa de la traición, ignorancia y prejuicios de quienes le acompañaban.
Aun cuando el presente trabajo no quiere apostar a un concepto prefijado del ser revolucionario, (que bien se puede conseguir sin dificultad en un libro orientado para ello) si intenta dar un aporte sobre el mismo pero desde una visión femenina. Entendiendo por ello, que las mujeres sentipensamos diferente al varón, por lo que es necesario dar a escuchar nuestra voz, con nuestros significados, conocimientos y saberes cotidianos.

Con el objeto de profundizar la visión acción revolucionaria de Bolívar se estudiara tres textos (Carta de Jamaica (1815), Discurso de Angostura y Carta a Manuela Saenz) donde se percibe los tipos de discursos donde se produce rupturas, posibilidades y acciones en la búsqueda de acciones creadoras, liberadoras y transformadoras, con el propósito de definir el sentido y significado de “su revolución”.

Ruptura desde una crítica liberadora
Tomado el texto de la Carta de Jamaica, observamos como Bolívar hace una crítica a la España que aún desea conquistar a América y su discurso revela una ruptura ya con el viejo mundo y con la postura inerte de los Estados Unidos:
"Tres siglos ha —dice usted— que empezaron las barbaridades que los españoles cometieron en el grande hemisferio de Colón»... El filantrópico obispo de Chiapa, el apóstol de la América, Las Casas, ha dejado a la posteridad una breve relación de ellas, extractada de las sumarias que siguieron en Sevilla a los conquistadores, con el testimonio de cuantas personas respetables había entonces en el Nuevo Mundo, y con los procesos mismos que los tiranos se hicieron entre sí: como consta por los más sublimes historiadores de aquel tiempo. Todos los imparciales han hecho justicia al celo, verdad y virtudes de aquel amigo de la humanidad, que con tanto fervor y firmeza denunció ante su gobierno y contemporáneos los actos más horrorosos de un frenesí sanguinario.

…El suceso coronará nuestros esfuerzos; porque el destino de América se ha fijado irrevocablemente: el lazo que la unía a España está cortado: la opinión era toda su fuerza; por ella se estrechaban mutuamente las partes de aquella inmensa monarquía; lo que antes las enlazaba ya las divide; más grande es el odio que nos ha inspirado la Península que el mar que nos separa de ella; menos difícil es unir los dos continentes, que reconciliar los espíritus de ambos países.; …no obstante que la inconducta de nuestros dominadores relajaba esta simpatía; o, por mejor decir, este apego forzado por el imperio de la dominación. Al presente sucede lo contrario; la muerte, el deshonor, cuanto es nocivo, nos amenaza y tememos: todo lo sufrimos de esa desnaturalizada madrastra. El velo se ha rasgado y hemos visto la luz y se nos quiere volver a las tinieblas: se han roto las cadenas; ya hemos sido libres, y nuestros enemigos pretenden de nuevo esclavizarnos. Por lo tanto, América combate con despecho; y rara vez la desesperación no ha arrastrado tras sí la victoria. (5)
Mas adelante señala, refiriéndose a los Estados Unidos: Sin embargo, ¡cuán frustradas esperanzas! No sólo los europeos. Pero hasta nuestros hermanos del Norte se han mantenido inmóviles espectadores de esta contienda, que por su esencia es la más justa, y por sus resultados la más bella e importante de cuantas se han suscitado en los siglos antiguos y modernos.

En el Discurso de Angostura, Bolívar somete al juicio de los ciudadanos su comportamiento y actuar. Son ellos y no otros quienes pueden hacer un juicio verdadero a través del conocimiento que se tiene de la historia pasada. Asume las consecuencias de enfrentar un enemigo como el reino de España.

No ha sido la época de la República, que he presidido, una mera tempestad política, ni una guerra sangrienta, ni una anarquía popular, ha sido, sí, el desarrollo de todos los elementos desorganizadores; ha sido la inundación de un torrente infernal que ha sumergido la tierra de Venezuela. Un hombre, ¡y un hombre como yo!, ¿qué diques podría oponer al ímpetu de estas devastaciones? En medio de este piélago de angustias no he sido más que un vil juguete del huracán revolucionario que me arrebataba como una débil paja. Yo no he podido hacer ni bien ni mal; fuerzas irresistibles han dirigido la marcha de nuestros sucesos; atribuírmelos no sería justo y sería darme una importancia que no merezco. ¿Queréis conocer los autores de los acontecimientos pasados y del orden actual? Consultad los anales de España, de América, de Venezuela; examinad las Leyes de Indias, el régimen de los antiguos mandatarios, la influencia de la religión y del dominio extranjero; observad los primeros actos del gobierno republicano, la ferocidad de nuestros enemigos y el carácter nacional. No me preguntéis sobre los efectos de estos trastornos para siempre lamentables; apenas se me puede suponer simple instrumento de los grandes móviles que han obrado sobre Venezuela; sin embargo, mi vida, mi conducta, todas mis acciones públicas y privadas están sujetas a la censura del pueblo. (6)

El 09 de junio de 1824 Bolívar escribe a Manuela Sáenz desde el Cuartel General de Huaraz a explicando los sinsabores de la lucha libertaria. Sincerarse ante la realidad de la guerra es un acto de ruptura a la comodidad de la vida en la ciudad. Bolívar se muestra duro y claro en sus palabras reconociendo el reto y desafío que plantea a una mujer.
“Tu me hablas del orgullo que sientes de tu participación en esta campaña. ¡Reciba usted mi felicitación y al mismo tiempo mi encargo! ¿Quiere usted probar las desgracias de esta lucha? ¡Vamos! El padecimiento, la angustia, la impotencia numérica y la ausencia de pertrechos hacen del hombre mas valeroso un títere de la guerra. (7)
…Hay que estar dispuesto al mal tiempo, a caminos tortuosos a caballo sin darse tregua; tu refinamiento me dice que merece alojamiento digno y en el campo no hay ninguno…En las marchas no hay lugar a regresarse.”

Posibilidades desde las capacidades creadoras
En Carta de Jamaica; Bolívar no quiere afirmar nada sobre el futuro del Nuevo mundo mas si intenta definir quienes constituyen sus habitantes: ni indios ni europeos sino un híbrido entre auténticos dueños originarios y usurpadores advenedizos por la conquista.

Todavía es más difícil presentir la suerte futura del Nuevo Mundo, establecer principios sobre su política, y casi profetizar la naturaleza del gobierno que llegará a adoptar. Toda idea relativa al porvenir de este país me parece aventurada. ¿Se puede prever cuando el género humano se hallaba en su infancia rodeado de tanta incertidumbre, ignorancia y error, cuál seria el régimen que abrazaría para su conservación? ¿Quién se habría atrevido a decir tal nación será república o monarquía, ésta será pequeña, aquélla grande? En mi concepto, esta es la imagen de nuestra situación. Nosotros somos un pequeño género humano; poseemos un mundo aparte, cercado por dilatados mares; nuevos en casi todas las artes y ciencias, aunque en cierto modo viejos en los usos de la sociedad civil.

Yo considero el estado actual de América, como cuando desplomado el imperio romano cada desmembración formó un sistema político, conforme a sus intereses y situación, o siguiendo la ambición particular de algunos jefes, familias o corporaciones, con esta notable diferencia, que aquellos miembros dispersos volvían a restablecer sus antiguas naciones con las alteraciones que exigían las cosas o los sucesos; mas nosotros, que apenas conservamos vestigios de lo que en otro tiempo fue, y que por otra parte no somos indios, ni europeos, sino una especie mezcla entre los legítimos propietarios del país y los usurpadores españoles; (5)
Bolívar en el discurso de Angostura abre posibilidades a partir de los talentos, virtudes y experiencias de los hijos de la patria y de el como ciudadano.

“Yo deposito en vuestras manos el mando supremo de Venezuela. Vuestro es ahora el augusto deber de consagraros a la felicidad de la República; en vuestras manos está la balanza de nuestros destinos, la medida de nuestra gloria, ellas sellarán los decretos que fijen nuestra libertad. En este momento el Jefe Supremo de la República no es más que un simple ciudadano; y tal quiere quedar hasta la muerte. Serviré, sin embargo, en la carrera de las armas mientras haya enemigos en Venezuela. Multitud de beneméritos hijos tiene la patria capaces de dirigirla, talentos, virtudes, experiencia y cuanto se requiere para mandar a hombres libres, son el patrimonio de muchos de los que aquí representan el pueblo; y fuera de este Soberano Cuerpo se encuentran ciudadanos que en todas épocas han mostrado valor para arrostrar los peligros, prudencia para evitarlos, y el arte, en fin, de gobernarse y de gobernar a otros.” (6)

El 13 de septiembre de 1823 Bolívar envía desde el Cuartel General de Lima a Manuela Sáenz una carta que expresa la valentía de esta mujer por la causa libertaria. “sé que lo haces por la causa de la libertad, a mas que por mí mismo” Tu alma es entonces la que derrota los prejuicios y las costumbres de lo absurdo, pero Manuela mía, he de rogarte prudencia, a fin de que no se lastime tu destino excelso en la causa de la libertad de los pueblos y la Republica” (7)

Acciones para la producción transformadora
En Carta de Jamaica; Bolívar sueña desde y para la libertad de América.
Yo deseo más que otro alguno ver formar en América la más grande nación del mundo, menos por su extensión y riquezas que por su libertad y gloria. Aunque aspiro a la perfección del gobierno de mi patria, no puedo persuadirme que el Nuevo Mundo sea por el momento regido por una gran república; como es imposible, no me atrevo a desearlo; y menos deseo aún una monarquía universal de América, porque este proyecto sin ser útil, es también imposible. (5) Mas adelante expresa:
Es una idea grandiosa pretender formar de todo el mundo nuevo una sola nación con un solo vínculo que ligue sus partes entre sí y con el todo. Ya que tiene un origen, una lengua, unas costumbres y una religión debería, por consiguiente, tener un solo gobierno que confederase los diferentes Estados que hayan de formarse; mas no es posible porque climas remotos, situaciones diversas, intereses opuestos, caracteres desemejantes dividen a la América. ¡Qué bello sería que el istmo de Panamá fuese para nosotros lo que el de Corinto para los griegos!

En el discurso de Angostura, Bolívar no deja de profundizar nuestras raíces para invocar a la nueva realidad a producir. En cambio debe partir del conocimiento que tengamos de nosotros mismos.
“Tengamos presente que nuestro pueblo no es el europeo, ni el americano del norte, que más bien es un compuesto de África y de América, que una emanación de Europa, pues que hasta España misma, deja de ser Europa por su sangre africana, por sus instituciones y por su carácter. Es imposible asignar con propiedad a qué familia humana pertenecemos. La mayor parte del indígena se ha aniquilado, el europeo se ha mezclado con el americano y con el africano, y éste se ha mezclado con el indio y con el europeo. Nacidos todos del seno de una misma madre, nuestros padres, diferentes en origen y en sangre, son extranjeros, y todos difieren visiblemente en la epidermis; esta desemejanza trae un reato de la mayor trascendencia. (6)

Mas adelante insiste en la diversidad de origen pero asume la realidad en que fuimos construidos, solo atendiendo estos aspectos podemos construir desde la base:
La diversidad de origen requiere un pulso infinitamente firme, un tacto infinitamente delicado para manejar esta sociedad heterogénea cuyo complicado artificio se disloca, se divide, se disuelve con la más ligera alteración.
… EL amor a la patria, el amor a las leyes, el amor a los magistrados son las nobles pasiones que deben absorber exclusivamente el alma de un republicano. Los venezolanos aman la patria, pero no aman sus leyes; porque éstas han sido nocivas, y eran la fuente del mal; tampoco han podido amar a sus magistrados, porque eran inicuos, y los nuevos apenas son conocidos en la carrera en que han entrado. Si no hay un respeto sagrado por la patria, por las leyes y por las autoridades, la sociedad es una confusión, un abismo: es un conflicto singular de hombre a hombre, de cuerpo a cuerpo.

Para sacar de este caos nuestra naciente república, todas nuestras facultades morales no serán bastantes, si no fundimos la masa del pueblo en un todo; la composición del gobierno en un todo; la legislación en un todo, y el espíritu nacional en un todo. Unidad, unidad, unidad, debe ser nuestra divisa. (6) El 06 de agosto de 1824 Bolívar otorga a Manuela Sáenz el grado de Capitán de Húzares bajo el consentimiento de la Junta de Generales de División. Varón y mujer productores de servicios para la lucha emancipadora y transformadora.

“En consideración a la resolución de la Junta de los Generales de División, y habiendo obtenido de ellos su consentimiento, y alegada su ambición personal de usted de participar en la contienda; visto su coraje y valentía de usted; de su valiosa humanidad en ayudar a planificar desde su columna las acciones que culminaron en el gloriosos éxito de este memorable día, me apresuro, en otorgarle el grado de Capitán de Húzares, encomendándole a Ud. las actividades económicas y estratégicas de su regimiento, siendo su máxima autoridad en cuanto tenga que ver con la atención de los hospitales…” (7)

A modo de conclusión:
Bolívar manifiesta desde los textos estudiados la construcción de un discurso libertario, emancipador, transformador y creador asumiendo la condición humana de los sujetos históricos en un marco geopolítico que define su forma de ser y actuar que precisa de naciones e instituciones que respondan a sus necesidades, intereses y expectativas, asumiendo su unidad histórica desde su diversidad cultural.

En su sentipensamiento para la acción plasma la ruptura desde una crítica liberadora, abre posibilidades desde las capacidades creadoras del hombre y la mujer de su presente y hacia el futuro y afina acciones para la producción transformadora que se da en un entorno concreto, con contradicciones y antagonismos que hay que superar..




Referencias bibliográficas:
(1) Teun A. Van Dijk, Texto y contexto
(2) Austin: “Como hacer con las palabras”
(3) “Sentipensamiento” expresión usada por Eduardo Galeano para describir una característica del verdadero liderazgo latinoamericano. Unidad de los sentimientos y de los pensamientos para una acción política.
(4) Mak Halliday. Fondo de Cultura Económica.
(5) Carta de Jamaica, Kingston, 6 de septiembre de 1815
(6) Discurso de Angostura, 13 de marzo de 1819
(7) Las mas hermosas cartas de Amor entre Manuela y Simón, (2006) Fundación Editorial el perro y la rana. Caracas.